.-| Editorial DadA |-.
Desde el rincón más oscuro de nuestra mente surgió la idea de crear una nueva publicación diferente al resto, una publicación que pretende invocar el más tierno sentimiento de nuestra infancia (de ser querido por los demás) o el más siniestro y oscuro pensamiento que por su contenido nos acercaría más al mundo animal que a nuestro familiar e hipócrita mundo humano.
No queremos que se trate de una revista mas, no; nuestro mayor deseo es hacer que la gente piense, que discurra con su cerebro (la gente de este siglo ya lo tiene oxidado) a través de nuestras parodias, metáforas, chistes, ironicoburradas y ficciones para provocar la reflexión en esas cosas pequeñas, rositas y con muchas circunvoluciones que las gentes expertas en la materia hacen llamar "cerebro". Los siglos de tradición que han acuñado nuestra personalidad contrastan y se funden en una solución heterogénea por nuestro afán de futuro, una constante preocupación por la renovación y el infinito deber de enseñar a los demás.
Y esto es solo el principio, no queremos que sea una revista elitista sólo para eruditos y filósofos, sino para la gente como tu y como yo, que odia la rutina, que necesita algo nuevo y diferente para salir de la realidad, gente que tenga ganas de echarlo todo por la borda, y todo para comprobar lo radicalinstintamentebásicoinfantil que puede llegar a ser el hombre. Y, ¡que demonios!, también está pensada para dar rienda suelta a tu imaginación, redactar cartas locas, surrealistas, curiosas, absurdas, propuestas impensables por cualquier otra revista; pues aquí las acogemos como signo de revolución, de cambio, de intentar modificar el rumbo de la caída hacia la que el hombre se dirige. Para eso estamos aquí, para que con nuestras propuestas -dadaístas o no- y vuestras cartas logremos hacer una revista agradable al público; por lo menos para un publico que quiera pensar.
¿Y todo esto para que?. Pues bien, lo más natural, lo básico para la existencia humana, lo que nos hace diferentes a los demás, lo que desgraciadamente hemos olvidado, la afirmación como individuo, tener personalidad propia sin un comportamiento irracional (como egoísmo, racismo, violencia...), es decir, para pensar, simple y llanamente.
No queremos que se trate de una revista mas, no; nuestro mayor deseo es hacer que la gente piense, que discurra con su cerebro (la gente de este siglo ya lo tiene oxidado) a través de nuestras parodias, metáforas, chistes, ironicoburradas y ficciones para provocar la reflexión en esas cosas pequeñas, rositas y con muchas circunvoluciones que las gentes expertas en la materia hacen llamar "cerebro". Los siglos de tradición que han acuñado nuestra personalidad contrastan y se funden en una solución heterogénea por nuestro afán de futuro, una constante preocupación por la renovación y el infinito deber de enseñar a los demás.
Y esto es solo el principio, no queremos que sea una revista elitista sólo para eruditos y filósofos, sino para la gente como tu y como yo, que odia la rutina, que necesita algo nuevo y diferente para salir de la realidad, gente que tenga ganas de echarlo todo por la borda, y todo para comprobar lo radicalinstintamentebásicoinfantil que puede llegar a ser el hombre. Y, ¡que demonios!, también está pensada para dar rienda suelta a tu imaginación, redactar cartas locas, surrealistas, curiosas, absurdas, propuestas impensables por cualquier otra revista; pues aquí las acogemos como signo de revolución, de cambio, de intentar modificar el rumbo de la caída hacia la que el hombre se dirige. Para eso estamos aquí, para que con nuestras propuestas -dadaístas o no- y vuestras cartas logremos hacer una revista agradable al público; por lo menos para un publico que quiera pensar.
¿Y todo esto para que?. Pues bien, lo más natural, lo básico para la existencia humana, lo que nos hace diferentes a los demás, lo que desgraciadamente hemos olvidado, la afirmación como individuo, tener personalidad propia sin un comportamiento irracional (como egoísmo, racismo, violencia...), es decir, para pensar, simple y llanamente.
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